Este blog es continuación de mis otros dos anteriores (2008-2023): "El cuarto claro" (Poesía) y "Meridiana claridad" (Fotografía).

Dos corazas


Universidad de Tokio. Autor disparo: mi hijo


 Almendra japonesa


Los restos y tanto frío

que me acosté a dormir

la penumbra del estómago,

lo que restaba y tanto frío

a dormir como si cielo

fuera el cenizo rojo y verde

de invierno que está triste,

muy triste con sus restos,

como las luces anglosajonas

bajo la niebla tan triste

como un suelo mojado

por la niebla,

algo sucio

nada puede

quedarse

asentado en él,

tan triste ese suelo

como la luz de las almendras

cuando se hielan y las hojas

de su árbol ya han caído,

ya han caído como las cortinas

del aire empujan mis brazos

como hojas caídas

hasta el suelo gris o verde

de la noche y el lamento frío

de la esperanza métrica

como ese fruto encerrado,

como esa cáscara dura

que no hay quien la rompa,

ni mis manos ni mis ojos, y quién,

qué, si no, debe romperla

sino yo, o yo dentro de ella.

Para qué, se pregunta el boreal

que la congela.


rumbo o derrota o victoria,

o intransigencia o victoria,

ser capaz, quizás solo

la nobleza del antiguo samurai

me delata. Con su espada

y su coraza.


(De "Los restos")





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