Este blog es continuación de mis otros dos anteriores (2008-2023): "El cuarto claro" (Poesía) y "Meridiana claridad" (Fotografía).

Ratinhos (Poema y foto)




 Homenaje fraterno


Fértil y tan fecunda, feraz

habitante del campo,

ciudadana de las piedras

y de los albañales,

eriges tu hogar

alejada del mundanal ruido, 

casi ni se te oye.

Amante de los pétalos de las rosas,

de las hojas de los laureles,

de las infusiones y de las legumbres

más leves, más pequeñas,

sabia despensera, añades

arroz a las lentejas

para obtener compuesto alimenticio

con perfecta proteína.

Organizas tu piso primorosamente

tal como ornas tu cuerpo

con perlas de azabache

y los más hermosos tejidos:

seda para la gran cola de tu vestido

y la mejor pelambre que te abrigue.

Tan parecida a mí que todos

nos confundirían

como si géminas fuéramos.

Mas he de desviarte

de tu otro trayecto, el destructor,

y permitir, aunque solo fuera,

que mi vacío se construyera.

Disponer,

por más que el corazón se me rompa,

por más que me hiera, 

por más duelos y lutos

que luego vista, tu muerte.

Acudo a las otras hermanas

que me ofrecen el remedio

más eficaz y menos doloroso.

Sólo sentirás sed

para al final fallecer

ahogada en tu (nuestra)

propia sangre:

Las adelfas me acompañan

en el decisivo acto, 

o sea,

me consuelan, 

o sea,

me regalan suelo y flores

donde lograr integrarme.


Mi alacena ya no se vacía.

Te echo de menos,

tú, mi gemela, ya sabes

lo mal que aquello llevo.

Por eso erijo tu cenotafio

no sé si a ti o a tu muerte.

En cualquier caso,

sé bien que no puedo matar 

a una hermana sin llorar. 

Tampoco vivir con quien me destroza

lo que, con tanto amor y curaje,

yo misma he construido.


(12/julio/2024)