Este blog es continuación de mis otros dos anteriores (2008-2023): "El cuarto claro" (Poesía) y "Meridiana claridad" (Fotografía).
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Presentación de "En un lugar del mundo" el pasado viernes

 Hoy me he despertado sintiéndome culpable. Al poco rato mi mente maduró lo que tendría que haber conseguido durante sus 61 años y ¡eureka!, comprendí. No, culpable, no, sino infinitamente agradecida por la fortuna que se me ha concedido, la realidad de estar rodeada de, como mínimo, quince personas que me quieren tantísimo que han inclinado su voluntad para durante la tarde de ayer calmarme de atención y cariño. No, culpable, no, Sofía, sino pletórica de gratitud por el privilegio que me concedisteis. Así me siento. GRACIAS. Aparte, a esas personas que ayer no pudieron asistir por motivos muy concretos e inesperados tal como habéis tenido a bien transmitirme hoy mismo, las emplazo a vernos durante la Feria del Libro de Sevilla, que se celebrará en breve. Me invade hoy la sensación de ser más mayor, menos menuda, porque me habéis llenado de la grandeza y la generosidad de vuestras almas. (Sábado, 5 de octubre)

"En un lugar del mundo". Ediciones En Huida, 2024.




Presentación del libro "En un lugar del mundo"

 Tal como reza el cartel, el viernes de la próxima semana, día 4 de octubre, presentaremos el libro "En un lugar del mundo"en el lugar citado. Wish (all of) you were (t)here!

Abajo os dejo uno de los más breves poemas de su interior, antes de que se me vaya el mes. Como aquí aún no ha llovido (apenas un chaparrón de cinco o diez minutos), tiene más congruencia la cuestión.



Septiembre


Las hojas verdes de la tomatera

verde como sus frutos rojos

y las rosas rojas perennes

como el calor a la sombra

del verano cayendo

por su propio peso

como la gravedad de nuestro suelo

combatiendo contra el sol

que ya se inclina desorbitado

ante las ilesas espinas de los rosales

y su eternidad de alerta sin descanso

y, por tanto, sin dudas.

Así el verano estacionario

me enmudece siendo losa

que blandiera el silencio

como bandera roja y verde,

con claveles aproximados a la boca

del león de fuego y su garganta de luz

sobre el duro y empolvado pacto 

entre la soledad de la hoja

y la compañía de su tiempo 

de un minuto de mutismo

por el estío ya agostado.