Black Blood
(Un denso vacío de todo, un huero lleno de nada.)
Inmensurable, el agujero negro
se empequeñece
para hacerse un hueco en tu pecho,
socava tu piel
quebrando los huesos,
gangrenando la carne,
atajando la génesis
de nuevas células,
oxida la sangre hasta asemejarla
al petróleo y sus pétreos
y pútridos secuaces.
Y todo lo atrae,
todo lo traga la garganta
con hambre eterna de todo
hasta ennegrecer de tan multicolor alimento.
Porque todo ansía, todo ingiere,
todo engulle la insaciable onanista
de vacuos cauces y costados escarpias
con atisbo lascivo sobre el todo
que le permite
ni ser.
Tan altruista.
Sólo le importa el otro.
Ven sobre mí
para que el dios menor atosigue
estos pulmones ahítos
y así puedan respirar libres
de la ajena enfermedad lapidaria.
Trágame para vaciarlos
en ti y que su aire te implosione
hasta que seas nube de sangre
blanca, sideral y humano
fenómeno inencontrable
ya.
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