El perro de agua
esos tamaños grises de tus huellas
en la orilla me hablan de tus pies.
ah, cuánto tuvo que dolerte,
¿verdad?
Verdad.
abrir la cola en canal,
despegar
escama por escama,
separar
cada espina
extraer
cada nervio
llegar
a la médula,
y oh, sorpresa, era bífida
como tus ojos y tus manos
y hasta tu cerebro.
A partir del hueso
ya sufriste menos,
sencilla operación
de invertido camicace
que en vez de suicidarse
multiplica su mitad
corporal
desde abajo,
lo único
que se necesita
para ser
el hombre andando
desde arriba
golpea el mar
con la fuerza de su puño.
quedaba lejos
tu blanda apuesta de soslayo
y penitente reserva yo
qué más querer que
ser tu herida
para que así
me lamieras.
(Del libro "Los cabezos amarillos". Ediciones En Huida, 2019 )
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